
En el libro de Hiroshi Tasaka, "Encuentra tu cumbre ...y consiguela" sale una frase de la psiquiatra norteamericana Elisabeth Kübler-Ross:
La muerte no es el final de la vida
La muerte es la etapa final del crecimiento
Aunque se hable de la muerte, no es el centro de la frase. Una frase que habla del crecimiento. Nos viene a decir que en esta vida debemos crecer, crecer, crecer y crecer.
Y puede que la clave de la felicidad esté en ese crecimiento. El libro habla de abrazar un ideal en nuestro corazón. Pero yo no me voy a referir a eso. Yo hablo sólo del crecimiento.
Si cada día, cada año estuvieramos exactamente igual que el anterior, no creceríamos, ¿seriamos felices? Yo creo que no. Es obvio que con el tiempo vamos cambiando, pero ese cambio siempre tiene que ser mejor que el anterior. Y no hablo de mejorar en condiciones de vida, en salud, etc. Muchas veces las condiciones son las mismas, la salud se mantiene o incluso va en descenso sobretodo en la vejez. Hablo de crecer como personas; crecer en experiencias, en conocimientos, en sabiduría... el secreto de la felicidad puede que esté en ese crecimiento.
En nuestras vidas crecemos, crecemos, crecemos y así hasta la última etapa. Si lo conseguimos, seremos felices.
Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarMe alegro de que el libro te haya servido para llegar a conclusiones tan interesante como esta.
Y recuerda siempre que detrás de cada adversidad hay una oportunidad para seguir creciendo.
@post
ResponderEliminarEs un ejercicio un poco diarréico de lo que hoy en día se llama wishful thinking, o quimeras.
Empecemos:
"La muerte no es el final de la vida"
Y yo soy Carmen de Mairena. Podrás llamarlo como quieras, pero la muerte separa la vida de la no-vida o vida de otra forma (para los creyentes).
"La muerte es la etapa final del crecimiento"
Tampoco es cierto, pregúntaselo a cualquier persona de 80 años, si quiere crecer, la mayoría de ellos con enfermedades, alzheimer, pérdidas de memoria y decadencia física y mental.
Así como todo ser humano tiene una etapa de crecimiento, el decrecimiento existe, es natural y hay que saber admitirlo.
"...la clave de la felicidad esté en ese crecimiento"
O puede que no. La felicidad es un estado en que no te preguntas cuándo va a acabar. Y no tiene por qué ser crecimiento, porque, como he dicho antes, nos marchitamos, y si piensas que puedes seguir creciendo indefinidamente... mal andas. Creo que los tiros para ser feliz irían por otra parte.
"El libro habla de abrazar un ideal en nuestro corazón."
Que bien pueden no tener ninguna relación con el crecimiento...
"Si cada día, cada año estuvieramos exactamente igual que el anterior, no creceríamos, ¿seriamos felices? Yo creo que no."
Si ese día hubiera sido el más feliz de tu vida, y consigues prolongar eso a través de las personas que te rodean, serías feliz? Puede que sí.
"pero ese cambio siempre tiene que ser mejor que el anterior"
Envejeces, te haces insensible y muchos prejuicios se asientan. Es imposible e iluso creer que todo cambio es para mejor. Hay que saber encajar los cambios malos, pero creer que todos van a ser buenos... pfff
"crecer en experiencias"
Que pueden ser negativas, e incluso destructivas. Como una discusión entre tus padres, una pelea con tu hermano, que os acaba separando para siempre. Es lo que le comenté a rach, se puede construir mucho en esta vida, pero es de ilusos olvidar que también se puede destruir.
@rach
"siempre que detrás de cada adversidad hay una oportunidad para seguir creciendo"
Hay una oportunidad para aprender. Pero es lo que te comenté por msn, existe la posibilidad de que la felicidad se acabe, como el amor, como el conocimiento de cosas que aprendiste y no eres capaz de recordar.
Mi opinión, pensar positivo puede ser bueno, pero hay que ser realistas, y tal y como define ahí "crecimiento" parece que no da opción a que exista regresión en las personas; y en la vida real estas regresiones pueden darse.
Eso no quiere decir que nos centremos en ellas, sino que no caigamos en el pastelismo-rosa y pensamiento todo positivo, porque no es así y cuando llegan malas, es mejor saber afrontarlo que seguir pensando en positivo hasta que te das cuenta que, por ejemplo, tus amigos te engañaron y que dejaste cosas que no podrás recuperar.
Lo siento, a mi estas cosas superpositivas me provocan tanta náusea como las supernegativas. Porque ambas me parecen irreales y distorsionadores de la realidad.
a ver txema:
ResponderEliminar-está claro que no he sido capaz de explicar el crecimiento desde mi punto de vista.
-siento que tengas una perspectiva tan pesimista de lo que es ser realista
-lo que deberías saber es que el optimismo te lleva a hacer cosas que antes eran impensables. sí prefiero ser optimista y realista que pesimista y realista
-tener 80 no implica estar hecho un cristo e. tal vez no hayas podido vivir nunca junto a una persona de esa edad o tal vez lo hayas hecho peor de lo esperado. yo he visto a mis bisabuelos y ellos crecieron hasta el último día de sus vidas. y nos lo decían. mis bisabuelos fueron felices, sin estar tan centrados en la enfermedad que tuviesen.
-Txema, la vida es bella. Disfrutala.
@markel
ResponderEliminarMi perspectiva depende de mi entorno y experiencia. Es algo difícil de cambiar porque tienen que suceder experiencias positivas.
A lo que iba, ser realista es ver lo bueno y lo malo. Saber contextualizar las cosas.
Es la valentía la que lleva a hacer cosas inesperadas. Además, quién dice que la desesperación no te lleve a hacer cosas impensables? Desde luego no será el mejor método, pero no es descartable.
En 1ºBach por sacar buenas notas, mientras el resto de mi clase hacía exámenes, nuestro tutor nos llevó a cuidar a gente mayor en una residencia durante 3 semanas, mañana y tarde. Años más tarde iba a visitar varias veces por semana a mi aitona hasta que acabó malo y lo llevamos a Barcelona a pasar sus últimos días. Te aseguro que has tenido suerte, muchas de las personas mayores que cuidé estaban cada día peor, eran unos soles (sobre todo un par). Pero no podría decir que "crecieran" personalmente por haberme conocido, puesto que a muchos de ellos se les olvidaba que había estado dos semanas con ellos cada vez que pasaba el día. Y había hasta gente de 50-60 años...
No quiero decir con ésto que la vida no haya que disfrutarla, pero hay que saber que no sólo es bello, sino que también (incluyendo lo bello) brutal y triste. Se trata de saber comprenderlo en su totalidad.